Hombres armados generaron pánico en el hospital Carlos Holmes Trujillo de Cali

En una tarde que parecía transcurrir en la rutinaria calma de un hospital, el Carlos Holmes Trujillo, situado en el oriente de Cali, se vio súbitamente sacudido por el eco de la violencia que arrastran consigo los conflictos de la ciudad. Hombres armados irrumpieron en sus instalaciones, provenientes de un enfrentamiento en el barrio El Retiro, exigiendo a gritos la atención urgente de varias personas heridas. El pánico se esparció entre los pacientes y usuarios como una sombra alargada, mientras el personal de seguridad del hospital, con firmeza y decisión, lograba retomar el control de la situación, disipando así la amenaza inmediata. Sin embargo, el caos dejó una herida aún más profunda: uno de los heridos, gravemente afectado, sucumbió a sus lesiones, perdiendo la vida en medio de la confusión.

Los hombres, víctimas de un ataque con arma de fuego en la zona de invasión conocida como África, dentro del conflictivo Distrito de Agua Blanca, ingresaron al hospital armados y desesperados, exigiendo la atención inmediata de uno de los suyos. El hospital, que ya ha sido testigo de innumerables tragedias, se convirtió en escenario de tensión y miedo cuando los hombres, exaltados y armados, desafiaron la tranquilidad del lugar. Fue en esos momentos críticos cuando el personal de seguridad, en una rápida maniobra, logró neutralizar la situación, devolviendo el orden al caos que había tomado el centro asistencial.

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Raffa Ruiz, subgerente científica de la Red de Salud del Oriente, confirmó con voz grave que uno de los heridos llegó al hospital sin signos vitales, mientras que los otros dos, debido a la gravedad de sus lesiones, fueron trasladados a una institución de mayor complejidad. Con un tono de pesar, Ruiz aprovechó para hacer un llamado urgente al respeto por la misión médica y por el personal del Hospital Carlos Holmes Trujillo, quienes a diario enfrentan amenazas que han llevado a muchos trabajadores a renunciar por temor a su seguridad.

Tras la tormenta de pánico y desesperación, el hospital poco a poco recuperó su ritmo habitual. El Secretario de Salud de Cali, Germán Escobar, confirmó que el servicio en el centro asistencial volvió a la normalidad, aunque en el aire quedó flotando la amarga realidad de un lugar donde la violencia exterior se filtra inevitablemente, dejando una marca indeleble en quienes, día tras día, luchan por preservar la vida en medio del peligro.