Cancillería entregó más dinero a Thomas Greg & Sons para la expedición de pasaportes
El Gobierno nacional planea que un gobierno extranjero se haga cargo de esta importante tarea mientras la imprenta nacional adquiere las capacidades para hacerlo.
El Gobierno, en un giro que bien podría pertenecer a los capítulos de una novela de intriga, decidió inyectar más de 21.000 millones de pesos al contrato vigente con Thomas Greg and Sons, la empresa que, durante años, ha sido la guardiana de nuestras identidades en el extranjero a través de la elaboración de pasaportes. La razón de esta millonaria adición no es otra que el abrupto aumento en la demanda de estos documentos, un incremento que encontró a la compañía sin los fondos necesarios para seguir cumpliendo con su misión hasta el próximo 2 de octubre.
El Fondo Rotatorio de Relaciones Exteriores, consciente del caos latente, decidió fortalecer el contrato para que la expedición de pasaportes no se detenga. Este pánico colectivo se desató cuando el Gobierno, en un intento por redistribuir responsabilidades, anunció su decisión de no renovar el contrato con Thomas Greg, una empresa que durante 17 años ha moldeado los destinos de miles de colombianos en cada uno de sus pasaportes. La incertidumbre de esta transición, sumada a la urgencia por asegurar el futuro de la elaboración de estos documentos, ha generado un frenesí por obtener el preciado documento antes de que se agote el tiempo.
La estrategia del Gobierno, aunque ambiciosa, revela una visión a largo plazo que prevé un traspaso de esta responsabilidad a un gobierno extranjero, mientras la imprenta nacional adquiere las capacidades necesarias para asumir este desafío. Sin embargo, la concreción de este plan podría demorarse años, lo que deja un vacío inquietante en el presente. Ante esta realidad, la Cancillería ha comenzado a tejer alianzas con otras naciones que posean la infraestructura y la tecnología necesarias para imprimir y personalizar los pasaportes. Pero, irónicamente, en este laberinto de decisiones, la sombra de Thomas Greg and Sons podría volver a extenderse sobre esta responsabilidad, ya que la empresa cuenta con la planta adecuada en Colombia para cumplir con la tarea.
Mientras tanto, en un esfuerzo por cerrar las grietas de este complicado proceso, el Gobierno ha iniciado mesas de trabajo con la empresa, con la esperanza de que Thomas Greg retire las pretensiones judiciales que han surgido como un espectro amenazante en medio de esta transición. Y así, en medio de negociaciones y estrategias, el país observa, expectante, el desenlace de esta historia que parece escrita con tinta de suspenso.