Obispo de Istmina por paro de ELN: “Estamos preñados de promesas y solo parimos angustias”
El obispo de Istmina pidió más presencia del Gobierno nacional en la zona: "Aquí mandan el ELN y el Clan del Golfo"
El conflicto armado en el Chocó ha alcanzado niveles alarmantes. En medio de este caos, el obispo deIstmina, monseñor Mario de Jesús Álvarez, en una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, describió con crudeza la situación que enfrenta la región, afectada por la violencia entre el ELN y el Clan del Golfo, así como por la ineficiencia del Estado.
Monseñor Álvarez comenzó describiendo el entorno desolador en el que vive la población chocoana. "Esta situación de la muerte de la bebé y de otras muertes que ha habido allí se dan precisamente en estos momentos, pero es el resultado de todo un proceso de descuido y de unas realidades de deficiencia en la salud que existe en este territorio", expresó con notable preocupación.
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La crisis humanitaria que azota al Chocó no es nueva. Según el obispo, la violencia en la región se ha recrudecido desde que se rompió un acuerdo mutuo entre las guerrillas en julio de
2021.
"Ahora están en conflicto sobre todo estos dos grupos por el dominio del territorio", indicó Álvarez, refiriéndose al ELN y a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Ante la pregunta de quién manda realmente en la zona, monseñor Álvarez no dudó en afirmar que el control está en manos de los grupos armados ilegales.
Aunque la fuerza pública está presente, el obispo sugirió que su papel es insuficiente y limitado por complejas dinámicas políticas.
"Uno quisiera que fueran mucho más incisivos, al fin y al cabo están llamados por la constitución a sostener el orden y a preservar la vida", reflexionó. Sin embargo, reconoció que cualquier intervención militar más agresiva podría desencadenar una mayor violencia y un número aún más elevado de víctimas.
"Preñados de promesas, solo tenemos angustias"
Monseñor Álvarez utilizó una metáfora para describir la situación en el Chocó: "Estamos todos preñados de promesas, pero solamente damos a luz angustia, soledad, desazón". Con estas palabras, el obispo hizo una dura crítica a la inacción de los gobiernos locales y nacionales, así como a los grupos armados que operan en la región.