Un nuevo acto de delincuencia sacudió a la comunidad de El Cerrito, Valle del Cauca, luego de que desconocidos irrumpieran en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y se llevaran diversos objetos de valor. El robo, descubierto minutos antes de una eucaristía, no solo dejó pérdidas materiales, sino también una profunda indignación entre los feligreses.
Violentaron el sagrario y se llevaron equipos de sonido
El párroco Sergio de Jesús Marín fue el primero en notar el hurto cuando ingresó al templo para oficiar la misa. A su llegada, encontró un escenario desolador: objetos fuera de lugar, daños en las instalaciones y el sagrario violentado.

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«Había cosas tiradas y desorganizadas. El sagrario no estaba en su lugar, fue ultrajado. Estas personas intentaron abrirlo, pero no pudieron», relató el sacerdote en entrevista con Telepacífico.
Los delincuentes no solo causaron destrozos en el sitio sagrado, sino que también ingresaron a la sacristía, forzaron la chapa de la zona donde se encontraba el equipo de sonido y sustrajeron dos micrófonos, un receptor y una guitarra, elementos esenciales para las celebraciones litúrgicas y actividades comunitarias.
Un golpe a la fe y a la comunidad

El robo ha causado consternación entre los fieles, quienes ven este acto como una agresión no solo contra la iglesia, sino contra su identidad y espiritualidad.
«Es muy triste que lleguen a atentar contra la casa de Dios, un lugar donde nos reunimos a orar y encontrar consuelo. Esto no es solo un robo, es una falta de respeto a nuestra fe», expresó una feligresa del municipio.
La comunidad ha manifestado su preocupación por la creciente inseguridad en la zona y ha hecho un llamado urgente a las autoridades locales para reforzar la vigilancia, especialmente en templos, parques y otros puntos vulnerables.
Respuestas y acciones tras el robo

Mientras la Policía avanza en la investigación para identificar a los responsables y determinar el monto total de las pérdidas, la comunidad parroquial ha decidido tomar acción.
Se han puesto en marcha campañas de recolección de fondos y donaciones para reponer los objetos robados y garantizar que las actividades religiosas continúen con normalidad.
«Como comunidad, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Vamos a unir esfuerzos para recuperar lo que se llevaron y demostrar que la solidaridad es más fuerte que cualquier acto vandálico», afirmó uno de los creyentes.
A pesar del impacto del robo, la comunidad de la parroquia reafirma su compromiso con la fe y confía en que las autoridades lograrán esclarecer el caso y dar con los responsables.